Regresando a la simbiosis con la Tierra. Reinventando la comunidad sostenible y el tejido social de apoyo mutuo. Sanando en la liberación de la percepción y el despertar de la consciencia.

domingo, 13 de noviembre de 2011

CARTA DE UN PERMACULTOR: HORTAMIGA

Antolí y su Hortamiga, La Llongera, Elche de la Sierra

Permacultura Hortamiga: Cuidamos la tierra, a las personas, compartimos con ellas. Hortamiga: (es trabajo de) hormiga (lleva mucha) miga es amiga!

La Longuera, 2011 Amiga huerta. Te cultiva Antolí.

Con esta experiencia, básicamente de no-laboreo, pretendo cuidar la huerta de una manera fácil y sencilla, con poco gasto energético, aumentando su fertilidad para al mismo tiempo conseguir productos en cantidad y de buena calidad, mejorar el entorno con el mínimo impacto ambiental posible en las actividades que realizo y repoblándolo, además de otras gratificaciones sensoriales y espirituales. ¡Por pedir que no sea¡

Esta parcela se sitúa en la finca “La Longuera”, de la asociación Paz y Trabajo, en Elche de la Sierra (Albacete),de unas 250Ha., seis de ellas de regadío, veinte de cultivo de secano y el resto bosque o monte bajo. El río Segura nos acompaña con sus aguas todavía limpias. La altitud varía entre 300m.en las huertas hasta 700 en las cumbres. El clima es Mediterráneo, con suaves heladas en invierno. En esta finca también cultivamos ecológicamente cereales y leguminosas, rodeados de monte. Otr@s compañer@s cuidan con cariño sus huertas familiares, cada cual según su estilo.

Hace unos 23 años conocí las experiencias agrícolas de Fukuoka y su manera de concebir la vida, y un poco más adelante la permacultura, ambas, sendas de acercamiento e integración en la naturaleza. Desde entonces he cuidado casi ininterrumpidamente la huerta en distintos lugares, intentando evolucionar hacia un estilo de cultivar parecido al que ellas me sugirieron, adecuándolo a los medios y situaciones particulares y aprendiendo de otr@s amantes de la vida y, sobre todo, de la misma naturaleza.

En la práctica, esto se traduce, en nuestro caso, en variedad de cultivos, de materia orgánica, sucesiones y asociaciones vegetales, biodiversidad, no-laboreo, siembra bajo siembra, cubiertas orgánicas, abonado superficial, etc. Hasta la fecha, este abonado ha sido a base de los restos de los cultivos, de la paja del acolchado, de abono en verde y del estiércol del váter seco. Nuestra amiga huerta está rodeada de otros cultivos ecológicos y de bosque (lentiscos, pinos, romero, esparto…), verdadero ejemplo de riqueza, variedad, aprovechamiento y adaptación, gran ejemplo a seguir y conservar. Su superficie es de algo menos de media hectárea, con zona de frutales y hortalizas. Aquellos disfrutan de cubierta vegetal e intento formarlos de porte bajo para facilitar las tareas de poda, recolección y tratamientos. El terreno que ocupa era marginal: pedregoso de rambla o cañaveral .Con paciencia y mucha materia orgánica se va poniendo a tono. Además agradezco a las muchas piedras el que hayan estado allí. Me explico:

Erase de un hortelano que estaba cansado de darles a las piedras con la azoleta, y encima las hierbas se reían. Ese día se acordó de Fukuoka, de la permacultura, de otros duendes de las huertas, de las plantas de muchos ribazos rebosantes de salud año tras año, de los bosques llenos de vida y fertilidad, todos ellos sin labrarse…..que cogió y batió, viste?, el récord universal de lanzamiento de azada y se sumergió de lleno en el no-laboreo, sin prisas pero sin pausa, para así poder experimentar el poder de la tierra y de la naturaleza por ella misma.

De ello hace unos 14 años, y aunque creo que han de pasar como mínimo otros tantos para sacar conclusiones bien enraizadas, el aspecto que ofrece hoy por hoy esta huerta, la cantidad de comida que nos suministra y la sencillez y facilidad que requiere su cuidado avalan ,desde mi punto de vista con creces, el continuar en esta vereda.

Cultivo gran variedad de hortalizas que nos llenan la despensa casi todo el año. Nuestra amiga está organizada en lomos de muy poca altura. Las hierbas las quito una a una si hay pocas, y cuando aparecen muchas utilizo un escardillo o la azada de ruedas que ahondan apenas 2 ó 3 cm. Para ello es menester el pillar las hierbas recién emergidas del suelo. Intento recolectar semillas de los cultivos propios a fin de reproducirlas, aunque debido a su gran variedad y a la dificultad que requiere el tema no lo hago con todas. El no-laboreo facilita el dejar plantas para simiente, pues después de seleccionarlas, pueden permanecer en el mismo lugar sin molestar demasiado hasta completar su ciclo, y a su alrededor es posible poder plantar otras especies.

Estoy jugando a la siembra bajo siembra. Con ello me refiero a introducir un nuevo cultivo antes de cosechar el actual y en el mismo lugar. Por poner un ejemplo y entre otros: En otoño planto dos hileras de cebollinos en los laterales de un lomo, y en su centro, lechuga. En primavera recojo la lechuga y en su lugar planto tomateras, berenjenas y pimenteros, mientras las cebollas van creciendo a su lado. Más adelante arranco las cebollas mientras tomateras y demás van desarrollándose. En otoño, siembro las habas por debajo de tomateras, berenjenas y pimenteras. Cuando las habas ya han salido, pueden arrancarse las solanáceas, y sigue el juego…Con estas prácticas de cultivo permanente (permacultura) el suelo está prácticamente siempre cubierto de vegetales, aumentando así su captación de energía del cielo y alimento del suelo, copiando de alguna manera y a pequeña escala a la naturaleza. El resultado, si las cosecha van manteniéndose en cantidad y calidad, es un mayor aprovechamiento del terreno con un bajo coste energético.

Con todo y con ello he sufrido, también hay que decirlo, algún patinazo con estas pruebas. Es para mí un continuo aprendizaje y evolución, gozando de este juego de huerta, de las distintas alturas, colores, espacios, formas y otras sensaciones indescriptibles…es un vicio. Este montaje me permite el llevar la huerta sin motores, eso sí, con la ayuda de varias herramientas manuales para facilitar las labores.

He plantado diversos árboles y arbustos tal que, acompañados de la flora autóctona, nos brinden refugio y alimento, con sus flores para poder gozarlas, y al mismo tiempo sirvan de aprovechamiento para los bichejos. Los cultivos de hortalizas los mantengo sin hierbas Estas pueden crecer a sus anchas bajo los frutales situados alrededor de las hortalizas. En otoño siembro abono verde entre los lomos de cultivo.

Ahí va el resumen de los quehaceres de un hortelano agradecido por las verduras y las frutas que se nos ofrece, por la tierra, el aire, el sol, el agua, las personas y demás seres que nos acompañan, consciente de que el trabajo que hace o deshace, aunque importante, es ínfimo ante lo que aporta la naturaleza, y quiero agradeceros la compañía de l@s que la sentís como una amiga, como vosotr@s mism@s que es, y colaboráis con ella.

La existencia y desarrollo de hortamiga es posible entre otras circunstancias y personas, al apoyo, compañía o asesoramiento de l@s compañer@s de la asociación Paz y Trabajo (propietaria de la finca), de la Red de Permacultura del Sureste y de Mas Lluerna. Gracias.

Fuente: http://www.biosegura.es/

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